Millennials y el complejo de Jonás en el entorno laboral

Iniciaremos esta breve reflexión definiendo en qué consiste el complejo de Jonás. El primero que se refirió a este concepto fue el psicólogo estadounidense  Abraham Maslow considerado como uno de los fundadores de la psicología humanista. Y lo hizo a partir del personaje bíblico que intentó escapar de su destino, despreciando las capacidades que tenía para cumplir la misión que Dios le había encargado.  

Este complejo se manifiesta en una persona cuando no cree, ni tiene confianza en sí misma, ni en su propósito de vida como le ocurrió a Jonás, quien debía llevar un mensaje de Dios al pueblo de la ciudad de Nínive y abordó un barco hacia la ciudad de Tarsis que geográficamente estaba ubicada en el extremo contrario.    

Maslow señala que los seres humanos en algunas situaciones durante nuestra vida mostramos lo peor pero también lo mejor del potencial que poseemos, es en estas circunstancias «positivas», cuando el complejo de Jonás aparece, porque estar cerca de lograr los objetivos planeados y proyectados por el ser humano, en ocasiones causa un temor paralizante, miedo a la grandeza y al éxito.     

La diferencia entre las personas exitosas y las que no lo son, está  en que las primeras lograron vencer su miedo al reconocimiento y salieron de la zona de confort, mientras los segundos no tuvieron la capacidad de sobreponerse a sus miedos manteniéndolos estáticos y sin reaccionar frente a la oportunidad que se les estaba presentando, llevándolos a la frustración.

Este es un fenómeno que frecuentemente se presenta en la Generación Millennials al iniciar su vida laboral.  Tú, ¿sabes cómo afrontar el éxito empresarial?

Generación millennial y el complejo de Jonás

La principal población que se ve afectada por el complejo de Jonás, son los Millennials, grupo de personas nacidas entre el año 1981 y el año 1996, una generación que se caracteriza por ser el puente entre los migrantes digitales y los nativos digitales.    

Las principales causas que provocan el complejo de Jonás en los Millennials son:  

• El desconocimiento al ingresar en un nuevo entorno laboral.  
  
• La inexperiencia 
• La rutina.  
  
• La inconformidad con el entorno laboral.  
  
• La aptitud impositiva o dictatorial de los superiores jerárquicos al interior de la compañía.   
• La comunicación deficiente  entre directivos y subalternos, esta conducta se acentúa cuando estos últimos, son novatos.   

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¿Cómo afrontar y superar el complejo de Jonás al interior de las organizaciones? 

Teniendo en cuenta los elementos expuestos anteriormente, ¿cómo afrontan los Millennials el complejo de Jonás y cuál es su papel en el engranaje empresarial?

Para dar respuesta a la anterior interrogante, es importante desarrollar y fortalecer dos características en los empleados Millennials al interior de la organización:

I. La inteligencia emocional

«Es la capacidad que desarrolla todo ser humano en el transcurso de su vida identificando los sentimientos propios y de los demás con el fin de gestionarlos posteriormente de forma beneficiosa». Según lo planteó el psicólogo y escritor estadounidense Daniel Goleman, precursor del concepto.    

La inteligencia emocional (IE), está estrechamente relacionada con los estados de ánimo y la felicidad de los empleados al interior de la organización, situación que se ve reflejada en los resultados.

Sobre la (IE), se sugieren ocho prácticas que se deben considerar en el entorno laboral: 

*Póngase en la piel del otro. 
* Fortalezca su autocontrol.   
*Disfrute lo que hace, sea feliz haciéndolo.
*No se queje por los problemas, concentrarse en las soluciones.  
* Tenga buena actitud frente a la vida y sus circunstancias.  
* Planifique su tiempo de trabajo.  
* Domine sus emociones.  
* Realice un proceso de mejoramiento continuo y evalúelo periódicamente.

¿Cómo fortalezco mi autoestima y mi coeficiente emocional? Esta debe ser una pregunta que toda persona se debe hacer frecuentemente, como una cuota inicial hacia el propio perfeccionamiento como un ser humano integral.  

II. Liderazgo

Los líderes se caracterizan porque trabajan por objetivos claros, con indicadores de gestión que le sirve de parámetro y que les ayudan a acelerar y motivar a su grupo de trabajo. Pero también existe el momento en el que deben detener el ritmo de trabajo para evaluar los resultados y realizar las correcciones necesarias.      

En el entorno laboral, el empleado se debe transformar en un líder desde su labor, con un espíritu emprendedor, innovador y propositivo, que demuestre su sentido de pertenencia y apropiación, como una muestra de superación constante, así se encuentre en el lugar más bajo de la pirámide organizacional. 

Este es un decálogo de algunas de las características de un líder que se deben desarrollar con el paso de la vida y las experiencia: 

• • Debe ser un guía en la implementación de procesos de mejora y cambios colaborativos. 
  • Entrenar la agudeza y audacia empresarial para ver oportunidades de negocio que parecen imperceptibles.  
  • Inspirar y generan conocimiento en los empleados.   
  • Motivar y ser un apasionado de su trabajo 
  • Permitir evolucionar a los empleados.  
  • Tener actitud de emprendedor.
  • Tener capacidad de resiliencia
  • Ser consciente que la  tecnología y la innovación  impulsan el modelo empresarial.
  • Incentivar  la importancia de la Responsabilidad Social Empresarial, como un elemento relacionado con los objetivos institucionales 
  • Tener comunicación constante y directa, sabiendo escuchar a los demás y tiene visión

También es importante subrayar que los líderes aprenden haciendo, son curiosos, detallistas y mantienen vivo el deseo de conocer los aspectos relacionados con su labor diaria, allí radica la importancia que le dan a la formación, la comunicación y el aprendizaje mediante la práctica.  

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Este corto acercamiento al complejo de Jonás en un contexto laboral, desde la mirada de un Millennials concluye con una frase de Abraham Maslow  pionero de este concepto quien afirmó: 

“En cada momento, tenemos dos opciones: dar un paso adelante y crecer o retroceder para mantenernos seguros”.