Establecer objetivos de rendimiento tiene el potencial de mejorar tanto la satisfacción de los empleados como la rentabilidad general de la empresa. Es un paso esencial para desarrollar un proceso de revisión del rendimiento imparcial e inspirador y para conservar a tus mejores empleados.
Sin la fijación de objetivos por parte de la dirección, los empleados pueden tener dificultades para sentirse inspirados y confiados en su trayectoria. Además, es más probable que los prejuicios cobren protagonismo a lo largo del proceso de evaluación del rendimiento.
Por lo tanto, en este blog repasaremos los objetivos de rendimiento de los empleados, cómo establecer objetivos y ejemplos.
¿Qué son los objetivos de rendimiento?
Los objetivos de rendimiento son objetivos breves que los trabajadores de una empresa deben completar en un momento determinado. Los objetivos de rendimiento suelen ser un subconjunto de los objetivos generales de la empresa.
Estos objetivos suelen estar vinculados a puestos de trabajo concretos y se eligen tras considerar las tareas y responsabilidades que se espera que un empleado lleve a cabo en ese puesto.
Las empresas suelen utilizar un sistema de gestión del rendimiento para evaluar en qué medida las personas cumplen sus objetivos, así como para promover la satisfacción en el trabajo a medida que se alcanzan dichos objetivos.
Esta evaluación se basa en los ascensos, los aumentos de sueldo y las decisiones de traslado. Los objetivos de rendimiento de los empleados sirven para perfilar la trayectoria profesional a corto plazo de cada empleado. Exponen a los trabajadores a qué deben aspirar para conseguir un aumento de sueldo o un nuevo empleo.
Establecer objetivos de rendimiento afecta a varios factores, como la retención, la alineación del equipo y el compromiso de los empleados.
Además, animar a los empleados a fijarse metas no sólo les ayuda a desarrollar todo su potencial, sino que también contribuye a alcanzar las metas y objetivos de la empresa.
Conoce más de las ventajas de cuidar el rendimiento laboral.
¿Cómo establecer objetivos de rendimiento para los empleados?
La función principal de un directivo es fijar objetivos de rendimiento para los miembros de su equipo.
Para establecer objetivos alcanzables, te recomendamos utilizar las formas que se indican a continuación para aumentar la productividad del equipo e impulsar la expansión de la empresa:
1. Determina los objetivos empresariales
Si quieres vincular los objetivos de rendimiento de cada empleado con la misión y la estrategia de tu empresa, fíjate en los objetivos empresariales que estás impulsando.
Los objetivos de rendimiento tienen más éxito cuando los miembros del personal entienden cómo sus contribuciones hacen avanzar el negocio.
Empieza por el panorama general de la organización y desglósalo en objetivos más específicos para cada persona.
Averigua cómo puede contribuir cada persona a la consecución del objetivo de la dirección, por ejemplo, si quieren aumentar las ventas un 4%.
2. Anima al personal a participar
Anima a los miembros del personal a idear y presentar los objetivos específicos de su puesto. En lugar de objetivos impuestos por la dirección, los empleados tendrán una mayor motivación laboral para cumplir sus propios objetivos.
Habla de los objetivos específicos de cada empleado para un periodo de rendimiento concreto. Asegúrate de que los objetivos de la organización y los propósitos son compatibles. Una vez establecidos los objetivos, elabora un plan de acción para alcanzarlos.
3. Aplica la estrategia de objetivos SMART
Los objetivos de rendimiento de los empleados pueden ser específicos, cuantificables, alcanzables, pertinentes y sujetos a plazos mediante la técnica de fijación de objetivos SMART.
Cada objetivo debe mostrar a los miembros del equipo lo que se espera que consigan y cuándo. Pon una cifra al logro para que sea mensurable y para asegurarte de que el objetivo es ambicioso pero está al alcance.
Los 5 rasgos que deben incluir unos objetivos de rendimiento eficaces son:
- Específicos: Los objetivos deben expresarse en términos de lo que hay que conseguir. Es preferible utilizar un lenguaje específico, como «empezar a publicar un boletín mensual», en lugar de generalizaciones como «aumentar la comunicación con los miembros del equipo».
- Mensurable: La capacidad de realizar un seguimiento del progreso de un objetivo debe ser una necesidad de un objetivo. Además de por un valor numérico, los objetivos también pueden medirse por un cambio en el comportamiento organizacional, la calidad, el tiempo de ciclo o procesamiento, o la eficiencia. Reducir el tiempo de procesamiento, por ejemplo, en un 10%.
- Alcanzables: Hay que esforzarse para alcanzar unos objetivos que deben ser razonables. Para ello es necesario utilizar los recursos disponibles para fijar objetivos realistas que puedan alcanzarse en el plazo previsto.
- Pertinentes: Todos los objetivos deben ser relevantes para la meta principal, como el cumplimiento de los objetivos de la organización.
- Limitados en el tiempo: Debe establecerse un calendario para alcanzar los objetivos. Si quieres aumentar la productividad en un 10%, debes especificar si lo quieres hacer en un año, en dos o en una fecha concreta.
4. Supervisa y reevalúa periódicamente
Al supervisar y realizar evaluaciones de rendimiento periódicamente, podrás animar a tu personal a cumplir sus objetivos y garantizar la promoción.
Tras hablar con el empleado en cuestión, revisa y actualiza los objetivos según sea necesario. Brinda incentivos para los empleados que cumplan sus objetivos y apoya a los que se queden cortos.
Pon en marcha una encuesta para evaluar el rendimiento de los empleados.
10 ejemplos de objetivos de rendimiento
Ahora te presentaremos 10 ejemplos de objetivos de rendimiento que te ayudarán a mejorar el desempeño laboral de tus equipos:
- Objetivos de colaboración: Se centra en que los empleados apoyen a sus compañeros en la consecución de sus objetivos respectivos.
- Objetivos para el desarrollo profesional: Ayuda al desarrollo de conocimientos, habilidades y capacidades de los empleados, por ejemplo, para el reskilling.
- Objetivos para el autocontrol: Ayuda a los trabajadores a desarrollar su intuición y su capacidad para tomar decisiones de forma independiente.
- Objetivos para el desarrollo de habilidades interpersonales: Se centra en cómo los empleados afrontan los retos, colaboran y gestionan su carga de trabajo.
- Objetivos para la creatividad: Anima a las personas a pensar de forma creativa, lo que beneficia tanto a su propio crecimiento como el de la empresa.
- Objetivos para la inteligencia emocional: Garantiza que los trabajadores puedan procesar sus emociones para poder emitir juicios acertados.
- Objetivos de gestión de personas: Educa a los trabajadores en técnicas de comunicación organizacional eficaces, trabajo en equipo y cómo inspirar a los demás.
- Objetivos en las negociaciones: Conseguir que los trabajadores puedan resolver disputas e identificar puntos en común.
- Objetivos para la comunicación virtual: Mantener a los miembros de la plantilla informados de los cambios tecnológicos digitales en el lugar de trabajo y asegurarse de que pueden adaptarse a los canales de comunicación organizacional.
- Objetivos para la toma de decisiones: Capacitar a los trabajadores para que se conviertan en responsables de la toma de decisiones y líderes.
Conoce cómo hacer una evaluación de desempeño laboral.
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Tu empresa debería contar con una norma para establecer metas y objetivos de rendimiento para tus empleados. Con ello, tienes la oportunidad de marcar la diferencia en la vida de tus colaboradores y mejorar la salud financiera de toda su empresa estableciendo tales objetivos.
Los objetivos de rendimiento garantizan que los trabajadores se sientan motivados y comprometidos con sus trabajos y carreras actuales. La moral de los empleados y el sentido de propósito en sus trabajos en la empresa pueden sufrir en ausencia de objetivos de desempeño, lo que afectará negativamente la calidad de su trabajo y el éxito general de la empresa.
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