
Cada primer martes de octubre, los profesionales de la Experiencia del Cliente (CX) de todo el mundo pausan. No para descansar, sino para reflexionar.
El Día de CX (CX Day) no es solo la celebración de una disciplina; es un recordatorio del lenguaje compartido que nos une a los profesionales de CX en todo el mundo, sin importar dónde estemos o a qué sector sirvamos.
En un mundo con distintos husos horarios, culturas y realidades de mercado, la CX se ha convertido en nuestra lengua común. Es un lenguaje construido no con palabras, sino con intención, que se habla a través de la empatía, la curiosidad y la búsqueda constante de mejores experiencias.
Como dice Ken Peterson, Presidente de Experiencia del Cliente en QuestionPro:
“El Día de la Experiencia del Cliente es más que una celebración; es un recordatorio de por qué hacemos lo que hacemos. Cada interacción es una oportunidad para ganarse la confianza, crear alegría y construir relaciones duraderas. Hoy, honramos a los equipos y líderes que ponen a los clientes en el centro de cada decisión.”
Ese sentimiento resuena en todos los continentes. Si bien las expresiones pueden diferir, la esencia sigue siendo la misma: la CX es cómo convertimos la conexión en lealtad, los datos en empatía y la intención en impacto.
Desde su experiencia en LATAM y Brasil, Christian Ommundsen nos recuerda que:
“Más que la satisfacción funcional, la verdadera CX crea conexiones duraderas a través del vínculo emocional que convierte una elección en lealtad.”
Un poderoso recordatorio de que las experiencias no terminan cuando lo hace la transacción. Continúan en la forma en que los clientes se sienten con respecto a nuestras marcas después.
A través de su experiencia en los mercados DACH y polaco, Thomas Maiwald-Immer pone la atención en la disciplina que hay detrás de la empatía:
“Mi consejo para todos los profesionales de CX: Centraos en los momentos que de verdad les importan a vuestros clientes. Cerrad siempre el bucle de feedback y mostrad que la voz del cliente tiene un impacto. La CX no es una iniciativa puntual, sino una cultura: haced que todos los empleados se suban a bordo para tener un impacto real.”
Sus palabras capturan la esencia de la madurez en CX: convertir la escucha en acción y el insight en hábito.
En representación de Reino Unido, Irlanda y Países Bajos, Alex Osbaldeston vuelve a los fundamentos:
“El Día de la CX es un recordatorio para crear una ‘Cultura de Conversación de CX’ en vuestra organización. Dejad siempre vuestros prejuicios en la puerta y recordad que el contenido es el rey. Para tener éxito, mantenedlo simple, mantenedlo humano y centraos en la entrega.”
Es una perspectiva que refleja tanto humildad como enfoque, cualidades que a menudo definen los programas de CX más efectivos.
Y desde su experiencia en Latinoamérica, Luis Calderón reformula el significado mismo del Día de la CX:
“La CX no vive en un calendario; vive en la forma en que tomamos decisiones, en los detalles que cuidamos y en los momentos que compartimos con nuestros clientes. Hoy, celebramos a quienes convierten cada interacción en confianza, y esa confianza en relaciones duraderas.”
Su reflexión captura lo que muchos profesionales de CX ya intuyen: la CX no es algo que celebremos una vez al año, es algo que practicamos todos los días.
Juntas, estas reflexiones forman un coro global. Un recordatorio de que, aunque nuestros acentos difieran, nuestro propósito es compartido.
La CX es el lenguaje universal de la confianza. Es como las organizaciones les dicen a sus clientes: “Vos importáis”. Es cómo las marcas traducen su propósito en un comportamiento diario. Es cómo los datos se transforman en historias que conectan, inspiran y mueven a las personas a actuar.
Esto es lo que hace que valga la pena celebrar el Día de la CX: nos recuerda que nuestra industria es más que métricas y paneles de control. Es una conversación global sobre lo que significa ser humano en los negocios.
Y a medida que las organizaciones continúan evolucionando, impulsadas por la IA, la automatización y los conjuntos de datos en constante expansión, la capacidad de hablar ese lenguaje humano con fluidez se volverá aún más crítica. La tecnología puede amplificar una voz, pero no puede reemplazar una genuina.
Así que hoy, mientras celebramos el Día de la CX en todos los continentes, honramos no solo a los profesionales que miden las experiencias, sino a los que las viven, los que escuchan, los que empatizan y los que hacen visible lo invisible.
Porque sin importar la región, sin importar el rol, los mejores líderes de CX hablan todos el mismo lenguaje: El lenguaje de la comprensión, de la confianza y de la mejora continua.
¿Y tú? ¿Qué reflexiones tienes en el CX Day?